¿Qué pasa, qué ocurre exactamente con la gente que no se preocupa?
¿qué pasa con esas personas que miden la felicidad según se cotice?
¿qué sucede con esos millones de personas abocadas a vivir una vida de miseria y no se enteran de sus pobrezas, de su explotación, de su tristeza?
¿Qué ocurre que no ven esta realidad tan nítida?
¿por qué tragan y tragan?
¿por qué no tienen preguntas?
¿por qué maldita sea no observan la costra que llevan en sus rodillas?
¿qué pasa con su rabia?
¿será que se marcharon lejos de las ideas
y dejaron sus corazones escondidos entre la maleza?
¿será que no saben cómo salir del ensimismamiento
y se quedan quietos mirando espejismos
o salen a caminar alrededor de los gritos son oírlos?
¿Qué ocurre con ellos?
¿por qué tienen el pecho frío?
¿Será que olvidaron mirar?
¿Será que olvidaron escuchar?
¿Será que olvidaron hablar?
¿Será que olvidaron aullar?
¿Será que la gente que no se preocupa, ni siquiera cuando el hambre aprieta,
empuja con su mansedumbre esta rueda de barbarie que no se oxida nunca?
más poemas de Silvia en el blog Si vis pacem
(opiniones de una poeta en pie de guerra)una voz contestataria que arranca del corazón la ideología disidente
oh, me suena mucho esa tal Silvia Delgado, creo que he leido algùn poemilla suyo por el ciberespacio,dicen que conoce a un tal Abel, pero esto son solo rumores. Un abrazo, Silvia.
ResponderEliminarPues sí, confirmo los rumores... Domingo y yo nos conocemos bastante, aunque ha sido, hasta hoy, una relación un tanto oculta. De hecho, últimamente he estado recitando sus poemas en Barcelona, pero sin desvelar mi auténtica identidad. Por cierto, Silvia, es contundente y comprometida tu voz. Me la llevo también para compartir en recitales. Un abrazo. Abel
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