14. EL TIEMPO TODO LOCURA

...será por el cambio climático, por la condensación del vapor global, por la transformación de uno mismo en un ser abyecto capaz de conservar la inocencia. Será porque es así. Víctor López, colega de La Cons, tenía un poema que tenía por protagonista a una gárgola que ahora imagino con trenzas y decía

13. LA MALDAD

-Llevaba tiempo sin escribir nada por aquí, ni en un simple papel, ni en alguna pared... Nada... Pero ayer asistí a una representación de la obra de teatro "Morir", de Sergi Belbel, por la compañía de teatro aficionado de Hostafrancs -en el barri de Sants de Barcelona- que se llama No Sabem On Anem ("No sabemos dónde vamos").

Después de ver sobre el escenario la emoción presente en las interpretaciones, y las opciones que tenemos realmente de salvarnos de nosotros mismos -no sin cierta moralina, reconocida por el propio autor, que menciona en el texto a Dickens o Capra- me encontré con la cita de Séneca que sigue, y escribiendo el poema que va después.
.
¿El resto del día? Bien, gracias; aunque con ganas de descansar y olvidar las ojeras en el cajón de la mesilla de noche, tras dos semanas de concentración absoluta en tres temas cotidianos (y no por ello me acostumbro a soportarlos): estudios, trabajo y ensayos generales, a diario, de otra obra de teatro, escrita y protagonizada por mi persona y algunas otras de las que me rodean: "Vivir, a pesar de..." (políticas que nos detestan, ciertos compañeros de piso, amistades que se desvanecen, nosotros mismos a veces...)


Y ahora... la cita prometida y el poema mencionado...



La maldad tiene su raíz en la debilidad

Séneca (Córdoba 4 aC - Roma 65 dC)
en La vida feliz (s. I dC)

Noches en las que me maltrato
y mi violencia es de un género íntimo
que me golpea la cara y el pecho desde dentro
mientras por fuera sigo bien atado con retorcidos nudos
abrazado a placeres neuróticos y salvajismos varios

miro hacia abajo desde la horizontal del insomnio
y tengo miedo de despertar de esta pesadilla elocuente
levantarme y comprobar que mis pies no soportan
el peso de mi mala conciencia por ser un un torturador plagado de ego
que se automutila para despertar compasión
cuando él mismo es su único espectador.



(El editor me ha espaciado en exceso los últimos versos... en fin... a lo que iba, ¿hay algún psiquiatra en la sala? Sólo quiero halcyon, o algún otro hipnótico, por favor. Gracias, colega.)